Prana es la fuerza vital básica de conciencia presente en el aire que respiramos y los alimentos que ingerimos, asimilada sin esfuerzo; la práctica del Yoga mejora su absorción.

En el Universo todo es una manifestación de Prana: el calor, la luz, la gravedad, el magnetismo, el vigor, la vitalidad, el pensamiento, las emociones, el Alma, el Espíritu… Podemos decir, que Prana es la suma total de todas las energías contenidas en el Universo y se manifiesta donde quiera que haya movimiento.

Apana es la energía eliminatoria almacenada en los chakras inferiores. Cuando se la hace ascender y es unida con la Prana (por la retención de la respiración y llaves (Bandhas) o contracciones corporales), se genera calor psíquico que hace ascender la energía vital a través de los chakras.

El apana se ubica en el área bajo el ombligo, en la zona pélvica. Gobierna las funciones relacionadas con la eliminación y expulsión de desechos del cuerpo. Ya que es el encargado de las funciones excretoras (excreción, eyaculación, menstruación, etc.). Proporciona energía al intestino grueso, los riñones, el ano y los genitales. También controla el proceso de transpiración y contribuye en la exhalación expulsando el CO2 y otros gases. Su color es ahumado. Su función es limpieza del cuerpo de contaminaciones, abastecimiento de estabilización espiritual y de sueño tranquilo.

Según la ciencia médica india, apana es el gran limpiador del sistema.

Es muy importante equilibrar estas dos energías si queremos vivir sanos y felices, y ese será el trabajo a realizar durante la clase de hoy.

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